Como manda la tradición cada primer viernes de marzo, los devotos han vuelto a contarse por cientos para cumplir con la tradición y han mostrado su cariño a la imagen de Nuestro Padre Jesús de Medinaceli durante su ya clásico besapiés, que ya cuenta con décadas de historia. Desde primeras horas del viernes la iglesia parroquial San Miguel Arcángel ha mantenido sus puertas abiertas para acoger a la gran cantidad de peñarandinos y vecinos de la comarca que quisieron presentar sus respetos a esta venerada imagen titular de la cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno y de su madre la Santísima Virgen de la Misericordia. Este era el acto principal de un triduo que finalizaba ya durante la tarde con el rezo del rosario, la eucaristía y la bendición con el Santísimo.