Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno y de Su Madre la Santísima Virgen de la Misericordia.
Sonaban las campanas en el convento de las Madres Carmelitas, y Peñaranda entera se desvelaba, eran las doce de la noche y corría el año del Señor de 1954 un acontecimiento trascendental ocurría en nuestra Ciudad, un sacerdote llamado Agustín Martínez Soler, iniciaba una gran tarea de responsabilidad y de catequización para los jóvenes, salía por primera vez una procesión con la Imagen de Jesús con la Cruz a cuestas con veinticinco jóvenes de acción Católica, con un objetivo llevar la imagen a la puerta de un prostíbulo, parar la Imagen y dedicar unas palabras evangelizadoras aquellas mujeres. A los pocos días aquel prostíbulo situado en la calle de Santa Apolonia desaparecía para siempre de Peñaranda.
Así se inició la gran obra, y se funda la primera cofradía, que hoy en la actualidad cuenta con tres pasos: Jesús de Medinaceli, Jesús con la Cruz a Cuestas y Nuestra Señora de la Misericordia, sigue desfilando año tras año la noche del miércoles Santo a las doce de la noche con sus tres imágenes. En esta noche llega la procesión al convento de las madres carmelitas para rememorar aquel momento y pedido por la liturgia la cofradía tiene que hacer una estación de penitencia. Como las imágenes no pueden entrar en la Capilla del convento se quedan a la puertas custodiadas por el pueblo y por los demás hermanos mayores de otras cofradías y todos los penitentes nazarenos entran en la capilla se cierran las puerta y allí el sacerdote reza la estación penitencial y los cofrades renuevan su voto ante la imagen allí presente, y ante lo más grande que hay en una Iglesia el Santísimo Sacramento.
Vuelve a desfilar la tarde del Viernes Santo en la procesión del Santo entierro , con las tres imágenes, acompañadas de sus 270 cofrades, con túnica morada, cíngulo de esparto, zapatillas negras y un bonito farol. A la vez que como es natural y primordial en la vida de un cristiano participa en la mañana del domingo, en la procesión del Resucitado, acompañando al paso de Nuestra Señora de la Soledad.
La imagen de Jesús de Medinaceli fue adquirida en Madrid en el año 1989. Obra del imaginero Víctor Sanz, de madera policromada y de vestir, donada por el matrimonio formado por don Germán González y doña María Hernández, la túnica con la que desfila es de la anterior imagen desaparecida en el incendio de nuestra Iglesia parroquial en el año 1971, esta túnica es de gran valor , fue bordada en Ávila en el año 1960, siendo su coste mayor al de la Imagen, donando tanto la túnica como la imagen desaparecida don Andrés Pérez y doña María Jiménez, en la actualidad es portado a hombros por cuarenta y dos costaleros, en unas andas de gran valor artístico policromadas en pan de oro.
Jesús con la Cruz a Cuestas, fue donada por don Manuel Junquera Pérez, en el año 1942, es de olot, en el año 1990 se viste la Imagen con una túnica morada bordada por doña Francisca Sánchez Alonso y regalada por su hijo don Moisés Pérez Sánchez conjuntamente con unos preciosos candelabros y arreglo de su carroza.
En el año 2006, el matrimonio formado por don Ramón Familiar y doña María García, donan la Imagen de nuestra Señora de la Misericordia, adquirida en Madrid , obra del imaginero José Luís Mayo Nebrija, de vestir su saya y corona ambas de gran valor, regalo de sus hijos don Ramón Familiar García y doña Maite Serrano Martínez, el bonito manto bordado en oro y terciopelo morado adquirido en Madrid en los talleres de arte sacro “El Ángel “ fue donado por doña Elisa Rodríguez Sánchez, velo, manto y sayas y demás , obra de doña Isabel García Martín, policromía de andas restauración de carroza, candelabros, y demás, gracias a la aportación económica de los cofrades y particulares. En este mismo año y por consenso del Señor párroco don Demetrio Franco Franco se instituye la mayordomía de año con dos varas, sin faltar hasta la fecha ningún año de cumplirse por estas familias, pero quiero comunicar que esta mayordomía es abierta a todos los peñarandinos y creyentes que quiera cumplir esta bonita tarea de atender y cuidar a la Santísima Virgen durante un año, ella siempre da el ciento por uno, en generosidad y amor de madre para con nosotros sus hijos.